Vizcarra convocó a sesión extraordinaria del Pleno del Congreso para que discutan la destitución de los miembros y accesitarios del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM). Los audios difundidos por IDL Reporteros y Panamericana Televisión nos contaron cómo, a través de una seguidilla de favores, el CNM amañaba la designación y promoción de jueces y fiscales.

Es nuestra querida tía RMP la artífice de la idea de que Vizcarra se quiere pechar al Congreso, al proponerle que en un acto heroico, cuando el congreso se niegue a destituir a los magistrados, haga cuestión de Confianza y amenace con cerrarlo. 

Pero ¿puede realmente el Ejecutivo hacer algo? Me encantaría poder decir que si, aunque todos los indicios indican lo contrario.

1) No me queda clara la viabilidad jurídica de una cuestión de confianza sobre un tema que le compete enteramente al Congreso de la República. Si no es viable, la presión del Ejecutivo es un fake y el Congreso hará lo que quiere. Si lo es, ¿realmente creen que la usará? Yo no, es un peso muy grande para un gobierno tan débil.

2) Vizcarra no tiene bancada con la cual dialogar fluidamente sobre la estrategia  para lograr las destituciones. Sacar a los consejeros será más una jugada del fujimorismo - salvando su pellejo - que la habilidad del presidente. 

3) La Reforma del Sistema del Justicia es una carta urgente que ha tenido que jugar aunque no estaba en sus planes iniciales. Ayuda por un momento, pero para llevarla a cabo, requiere de mucho tiempo, comprarse el pleito y esperar la alineación de los planetas. 

Mi conclusión es que Vizcarra ha convocado al pleno extraordinario porque tenía que hacer algo al respecto o sería un suicidio político. Con una aprobación en picada y terco en embanderar la "lucha contra la corrupción" (cuando sabemos que no se va a enfrentar a los malos de la serie), sea por querer o por deber, tenía que ganar protagonismo y aprovechar la circunstancias. La cuestión de confianza y el cierre del Congreso deben ser temas remotos.

El Congreso, por su parte, tendrá dos opciones. La más apestosa es sacar a Dr. Rock (que está acabado, solo le queda Spotify) y dejar los demás casos en manos de la Comisión de Justicia por los siglos de los siglos. La más estratégica es destituir a todos los consejeros para limpiarse un poco ante la opinión pública, al fin y al cabo, la forma de designación seguirá siendo la misma que nos puso a tremendas joyas en el CNM.

En un escenario donde el Ejecutivo es muy débil y el Congreso está copado por un fujimorismo ligado a la red de corrupción, es la opinión pública y la movilización social la que puede inclinar la balanza, para que el parlamento TENGA QUE destituir al Dr. Rock y su pandilla, TENGA QUE cambiar la forma de elegir al CNM, y TENGA QUE apurar la Reforma del Poder Judicial. Los congresistas no quieren perder sus curules, quieren ser re-elegidos, necesitan la aprobación ciudadana. 

Por eso, discrepo totalmente con los "analistas" que señalan que las protestas son inútiles. Si nadie presiona al Congreso, los cambios se harán su medida. Hoy, más peso tenemos nosotros. #19J, Plaza San Martín.